LAS TUNAS – SANTIAGO

Tenemos cuarenta días por delante para disfrutar del país, pero con lo que no contábamos antes de realizar el viaje era, que en febrero el calor fuera tan insoportable. Exhaustos después de 100km. llegamos a la localidad costera de Manzanillo.

Segundo día de ruta y segundo error cometido. Si ayer perdimos las primeras horas del día y por tanto las más frescas para pedalear, el fallo de hoy es el kilometraje. Después de cien kilómetros llegamos a Pilón al anochecer. Para nuestra sorpresa no hay alojamiento. - Quizás hoy tengamos que montar la casa de campaña -. Seguimos pedaleando. Una pareja nos adelanta en moto, sin dudarlo nos invita a su casa – ahí mismito está-. Con la luz de los frontales y la moto que nos ilumina detrás recorremos los 30km. que aún nos restan. Segunda decisión- de ahora en adelante las jornadas no excederán de 50 o 60km-.

Por de pronto y siguiendo las indicaciones de nuestros anfitriones aparcaremos las bicis y aprovecharemos para descansar, pero también para descubrir una de las regiones más humildes pero a la vez más bellas de la Isla. En casa de Niover y Maité experimentamos lo que será una constante a lo largo de Cuba, la hospitalidad de sus habitantes. Por lo que después de un par de días de relax, con gran pena nos despedimos de Niover y su encantadora familia y seguimos rumbo a Santiago.

El trayecto que los tres siguiente días nos conduce hasta la segunda ciudad más importante de la Isla, nos sorprende por su extraordinaria belleza y su escasez de tráfico (apenas tres o cuatro camiones al día). Además la brisa del mar nos refrigera haciendo más cómodas las etapas.

Tan sólo llevamos una semana de pedaleo y aprovechamos la visita a Santiago para tomar otro descanso. Tenemos el culo recocido del sillín y del calor, por lo que dos días sin bici se agradecerán. Además Aurora anda mal con el estómago. Fuera de las zonas de turismo es difícil encontrar agua embotellada y la única medida que aplicamos es la de echar unas gotas de yodo en los botellines.
Paseando por Santiago nos encontramos con los eslovenos que conocimos en La Habana. Todos juntos aprovechamos la ocasión para darle un poco de variedad al paladar y conocer el ambiente nocturno de la ciudad. Angie y Sebastian incluso se apuntan a clases de baile, nosotros damos por imposible mover así la cadera.

4 comentarios:

Mario dijo...

Al ver las distintas imágenes me dan ganas de poder ir a hacer un viaje como ese. El hecho de vivir en un alquiler en la matanza me resulta complicado para hacer dicho viaje pero creo que se puede con ganas

Anónimo dijo...

eso de pobres una moto como la que tiene ese hermano Cubano se vende y se compra en Cuba en no menos de 9,000 dolares asi que hay muchos detales que algunos Yumas ni se preguntan ni lo preguntan tener una linea telefonica Fija no baja de 300 dolares no cualquiera lo paga ni en Cuba ni en cualquier lugar del Mundo

Rubén y Aurora dijo...

Para anónimo:
En ningún lugar del relato veo la palabra pobre, que sí humilde. Y te diré, que cuando viajamos en bicicleta no vamos preguntando el precio de las motos, ni de la telefonía fija.
Ni entiendo tu comentario, ni por dónde van los tiros.
Ah! Y si al mismo le pones tu nombre, sabré a quien dirigir mis respuestas.
Rubén.

Unknown dijo...

Hicimos algo muy parecido a lo vuestro pero entrando por Santiago y saliendo por la Habana. El interior es un lugar increíble y relativamente poco explorado. Esta zona especialmente.
Enhorabuena por vuestro blog.
https://en-bici.es/presentacion/cuba/cuba.html

MAPA DEL RECORRIDO

MAPA DEL RECORRIDO

Datos personales

Contatori per sitocontadores web